España supera las cien muertes por ahogamiento no intencional en los espacios acuáticos españoles en lo que va de año
En 2021 esta cifra no se superó hasta el 6 de julio del año pasado, mientras que el 12 de junio de 2021 había registrados 66 fallecimientos
España ha superado el centenar de muertes por ahogamiento no intencional en sus espacios acuáticos este sábado al registrarse tres fallecimientos, según recoge el reporte diario del Informe Nacional de Ahogamientos (INA), que elabora la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo.
Con estos casos, en los primeros doce días de mayo han perdido la vida en los espacios acuáticos españoles diecinueve personas, frente a las once que habían muerto por la misma causa en igual período de 2021, por lo que la cifra de fallecimientos se eleva a 102 en lo que va de año.
En 2021, este número no se registró hasta el 8 de julio, veintisiete días después de la fecha en que se ha producido este año, mientras que a 12 de junio se habían datado 66 óbitos, 36 menos que en la actual anualidad.
Estos datos vienen a corroborar la tendencia al alza de las muertes por ahogamiento no intencional que el INA puso de manifiesto durante el pasado mayo, que fue el más luctuoso desde 2016, al haber perdido la vida en espacios acuáticos españoles treinta personas a lo largo del mes.
Así, mayo de 2022 se colocó con más del doble de muertes por ahogamiento que las murieron por esta causa en el mismo mes de 2021, que fueron catorce.
Las diecinueve muertes registradas durante los primeros doce días de junio supone una media diaria de 1,58 ahogamientos mortales en los espacios acuáticos en ese período, frente a los 0,55 que se habían dado entre el 1 de enero de y el 30 de mayo, en que se habían registrado 83 fallecimientos.
El director de Prevención y Seguridad y portavoz de la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo, Francisco Cano, destacó que el viernes pasado se dataron seis muertes en espacios acuáticos y que entre el viernes y el sábado han muerto nueve personas.
Para Cano, se trata de una cifra que “debe llevar a la reflexión sobre la responsabilidad de cada persona y también en relación con la ineficacia de requerir una formación exigente en algunas Comunidades Autónomas que no se puede cumplir y que impide que muchas playas no tengan socorristas”.
Al mismo tiempo, puso de manifiesto que “en otros territorios se puede acceder a desempeñar las funciones de socorrista sin ni tan siquiera demostrar que se sabe nadar, ya que se admite la formación on line y certificaciones de muy dudosa calidad”.
“Las instituciones públicas deben asumir que faltan socorristas y que la formación es inadecuada en muchos casos y, donde la es, la Administración no ejerce el papel supervisor para que se imparta con la calidad necesaria”, subrayó Cano.
Asimismo, recordó la necesidad de articular una Estrategia Estatal de Seguridad Acuática que permita una gobernanza en esta materia en todo el territorio nacional para evitar las disfunciones que se crean tanto con las distintas normativas sobre formación como en el ámbito de la regulación de los servicios de socorrismo y vigilancia en los espacios acuáticos, tanto en los naturales como en las instalaciones.12.6.2022