Salvamento y Socorrismo advierte que la elevada carga lectiva exigida puede dejar a Canarias sin suficientes socorristas en sus playas
La Federación Española, que ya alertó de lo mismo en Galicia, lamenta que se exijan 420 horas para ser socorrista en playa y sólo 30 en piscina
La Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo ha advertido que la elevada carga lectiva exigida en la formación de los socorristas habilitados para actuar en playas y otras zonas de baño marítimas de Canarias va a provocar que no se pueda cubrir la demanda de vigilancia y seguridad en el conjunto de las islas.
La normativa aprobada por el Gobierno de Canarias para la seguridad humana y la coordinación de las emergencias ordinarias en los espacios naturales es, además, incongruente con la que la propia Administración autonómica aplica a la formación para el desempeño de la profesión de socorrista en piscinas, ya que, mientras que en playa exige 420 horas de carga lectiva, en instalaciones acuáticas demanda una insuficiente y escasa formación de 30 horas.
En el proceso de redacción del Decreto aprobado por el Gobierno de Canarias, la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo ya avisó a la Administración autonómica de que la elevada carga lectiva que se pretendía imponer a los socorristas de playa iba a reproducir la situación que se da los últimos años en Galicia, donde los ayuntamientos no pueden cubrir sus necesidades de vigilancia de sus litorales porque no hay socorristas suficientes con la habilitación que exige la normativa regional, lo que impide, además, que puedan llegar de otras Comunidades Autónomas.
Frente a una carga lectiva de 420 horas para los socorristas de playa, lo que a priori supone una importante apuesta en materia de seguridad, el Gobierno de Canarias no ha modificado la normativa que habilita como socorristas a las personas que superan un curso de 30 horas en los casos de las piscinas y los parques acuáticos, situación que requiere de una mejor formación para el desempeño de la profesión de socorrista en instalaciones acuáticas erradicando la insuficiente y escasa instrucción que se da en estos casos.
La Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo ofreció a la Administración regional vías para evitar que se diese la misma situación que se produce en Galicia, donde no es posible la necesaria cobertura de los espacios naturales, como es la regulación del ejercicio profesional permitiendo convivir con los certificados de profesionalidad otras formaciones de calidad con menor carga lectiva, adaptadas al espacio acuático y la responsabilidad laboral.