LA REAL FEDERACIÓN ESPAÑOLA DE SALVAMENTO Y SOCORRISMO PIDE UNA ÚNICA NORMATIVA NACIONAL PARA LA EVALUACIÓN DE LOS SOCORRISTAS
RECLAMA UN EXAMEN TEÓRICO-PRÁCTICO, CON INDEPENDENCIA DEL LUGAR DE FORMACIÓN Y CARGA LECTIVA, COMO SUCEDE CON EL PERMISO DE CONDUCIR
La Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo ha reclamado la implantación de una única normativa en todo el territorio nacional para la evaluación de los socorristas y su habilitación para acceder al mercado de trabajo.
Esta solución para el conjunto de España, ante la dispar y heterogénea regulación de las Comunidades Autónomas, pasaría por un examen teórico-práctico para evaluar a los socorristas que quieran acceder al mercado laboral, con un sistema similar al que existe para la obtención del permiso de conducir, en el que un examinador determina la idoneidad de la persona aspirante, con independencia del lugar de formación y de la carga lectiva de la misma.
Para esta misión, la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo propone que sea la figura del Técnico Deportivo Superior en Salvamento y Socorrismo, como profesional mejor cualificado, quien asuma las funciones de esta homologación.
Así lo ha expresado este martes el director de la Escuela Española de Salvamento y Socorrismo, Alberto García Sanz, en el marco del primer Congreso de Seguridad y Prevención en el Litoral de Canarias, que, organizado por el Gobierno regional, se celebra hasta mañana en el Paraninfo de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.
A su juicio, en estos momentos, gracias a sus competencias, el único profesional que puede velar por la seguridad de las personas usuarias y bañistas, así como entrenar y preparar a todos los niveles (teórico-práctico, psicológico, condición física, técnico y táctico, entre otros) a los socorristas de cualquier edad para el desempeño de sus funciones en instalaciones y espacios acuáticos naturales es el Técnico Deportivo Superior en Salvamento y Socorrismo.
La propuesta incluye la creación de una Dirección General de Seguridad Acuática en el ámbito de la Administración General del Estado para la coordinación de las actuaciones en este ámbito, ya que, junto a la formación de los socorristas, se dan otros factores para el elevado número de muertes por ahogamiento en espacios acuáticos que se producen en España cada año, más de 400 desde el primero de enero pasado.
Entre ellos, citó la imprudencia de algunas personas usuarias y bañistas, la falta de catalogación de las playas en relación con su peligrosidad, la escasa y heterogénea señalización de los lugares peligrosos, la ausencia de socorristas, la diversa formación y cualificación de los mismos, la escasez de recursos humanos, así como la falta de campañas de prevención que informen a los usuarios de los peligros inherentes al medio acuático.